Basura Urbana:
Menos patota y más trabajo serio
A falta de respuestas políticas (seguramente por falta de criterios técnicos), la actitud del Presidente del CEAMSE Carlos Hurst invoca, en la nota de Elena Peralta (Clarín, de Febrero 2004), el "consenso" con Felipe Solá "para obligar” a cuatro municipios a aceptar por la fuerza la instalación de lo que ellos denominan un “relleno sanitario".
Los antecedentes confirman que no existe plan ni programa, que ni el CEAMSE ni la Provincia toman ni tomaron históricamente en serio la cuestión ambiental y que el mero reduccionismo monetarista perjudica a la Provincia de Buenos Aires, y que se pretende una patética continuación.
Recordamos a los Señores Intendentes y a los habitantes de la Provincia algunas cuestiones "inolvidables":
En la ley de creación de CEAMSE se obligaba a disponer "residuos de todo tipo y origen". Los intentos de limitar los riesgos y mejorar tecnológicamente (decreto 95/95) fueron derogados y a sus promotores aceptada la renuncia y "sacados de circulación".
El CEAMSE está integrado por dos socios: el Gobierno de la Ciudad de Bs. As y el de la Provincia de Buenos Aires. La Ciudad arroja su basura en tierras de la Provincia de Buenos Aires. El "pasivo" ambiental y la contaminación son afrontados en su totalidad por los habitantes de la Provincia.
En estos años los intentos de CEAMSE de operar y de instalar más rellenos fueron signados por la improvisación y las razones monetarias más que por aspectos técnico ambientales:
Intento de planta de residuos peligrosos en Ezeiza
Intento de planta de residuos peligrosos en San Vicente
Intento de instalar rellenos en Paranacito
Movilizaciones populares y juicios por contaminación en Villa Domínico
Intentos fallidos de instalar rellenos en Alberti, Rojas, General Alvear
Graves incidentes en Ensenada y Berisso
Licitaciones desiertas
En síntesis un derrotero de fracasos por absoluta falta de seriedad, consistencia técnica y respeto político para un tema de tanta gravedad.
No existe en la Provincia de Buenos Aires una política ambiental y en absoluto un programa de gestión de residuos que contemple todas las etapas desde la generación hasta la disposición final. Tampoco lo hay en la Ciudad de Buenos Aires que ni puede resolver en su territorio el cirujeo y la inmundicia en la recolección. No existe en la Nación política ambiental alguna. El problema de la gestión de los RSU se extiende desde el norte hasta la península antártica y si la burocracia de turno argumenta que existe un programa con financiamiento externo, la respuesta es que el millonario recurso económico es "repatriado" por consultoras internacionales ¡y los residuos siguen en los basurales!
La superficie del país es de 3 millones de Km cuadrados. Los rellenos sanitarios son necesarios para lo que no se pueda reciclar, transformar, reusar… pero ¡la ubicación de los rellenos es un proceso que no debe hacerse contra natura!
Los rellenos sanitarios deben estar ubicados en sitios en los que se minimicen los impactos negativos: protección del recurso acuático, alejados de sitios de riesgo: hospitales, aeropuertos, mercados, sitios de provisión de agua, centros urbanos. La participación ciudadana no puede ser obviada y para eso la solidez técnica y la credibilidad son condición sine qua non.
Que no se coaccione a los Intendentes pero tampoco se pretenda una disolución del CEAMSE.
Hay que tomar al toro por las astas. Hoy ya existen responsabilidades por el pasivo ambiental que las más de 60 millones de toneladas de basura de la Ciudad y el conurbano, enterradas por el CEAMSE en la Provincia, han generado.
Que los legisladores representen al interés común y no a la coyuntura irresponsable. Que las responsabilidades no se diluyan y que de una vez por todas se trabaje con seriedad poniendo "los argumentos y la capacidad” sobre la mesa provincial.
Febrero 2004